Al entrar en La Carboná se revive el origen de Jerez. Sus muros evocan el ambiente romántico y clásico bodeguero, donde se respira Jerez y se recrea la historia de sus vinos en cada rincón. Han creado un espacio donde disfrutar sin prisas de la alta gastronomía, paladear un buen vino y reencontrarse con sabores tradicionales entre amigos.